Educar para convivir
La convivencia no es la mera
ausencia de violencia. La convivencia es resultado y expresión de múltiples
factores, como son la comunicación, el diálogo, la cooperación, el respeto mutuo
La escuela y la familia,
como espacios de socialización, educan en modos determinados de convivir,
relacionarse y cooperar con los demás.
Una de las principales
preocupaciones que viven actualmente los centros educativos es la falta de un
clima de convivencia mínimo que se requiere para el desarrollo de las
actividades educativas.
Las situaciones más
frecuentes son el alboroto fuera del aula, las faltas de respeto a compañeros y
compañeras, el desorden en el aula, las agresiones morales insultos,
descalificaciones, amenazas y las faltas de respeto al profesorado.
Como consecuencia de lo
expuesto hasta ahora aparece una clara falta de unidad de criterios en los
educadores, sobre la que queremos reflexionar planteando algunos interrogantes.
No hay proceso educativo si no lleva consigo
un proceso transformador, por lo que todas las propuestas acaban siempre con un
apartado titulado para cambiar la
realidad vivida y analizada" en el taller, explican en el libro. Aquí, los
niños disponen de todo tipo de consejos para colaborar con el desarrollo.
Si queremos otro mundo es necesario que,
desde la infancia, tengamos de
reflexionar sobre las posibilidades de cambiar las cosas, de vivir de una
manera diferente con el planeta y con el resto de la humanidad.
La entidad social basa sus actuaciones en cuatro
objetivos bien definidos: la promoción de la salud, la prevención de las
drogodependencias, la cultura ciudadana y el fomento de habilidades para la
vida. Unos objetivos específicos que se han traducido en exitosos programas
divulgativos: 'Retomemos' (educación afectiva y sexual para adolescentes educación
para la salud.
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