martes, 20 de octubre de 2015


Educar para convivir

La convivencia no es la mera ausencia de violencia. La convivencia es resultado y expresión de múltiples factores, como son la comunicación, el diálogo, la cooperación, el respeto mutuo

La escuela y la familia, como espacios de socialización, educan en modos determinados de convivir, relacionarse y cooperar con los demás.

 

Una de las principales preocupaciones que viven actualmente los centros educativos es la falta de un clima de convivencia mínimo que se requiere para el desarrollo de las actividades educativas.

Las situaciones más frecuentes son el alboroto fuera del aula, las faltas de respeto a compañeros y compañeras, el desorden en el aula, las agresiones morales insultos, descalificaciones, amenazas y las faltas de respeto al profesorado.

 

Como consecuencia de lo expuesto hasta ahora aparece una clara falta de unidad de criterios en los educadores, sobre la que queremos reflexionar planteando algunos interrogantes.

No hay proceso educativo si no lleva consigo un proceso transformador, por lo que todas las propuestas acaban siempre con un apartado titulado para cambiar la realidad vivida y analizada" en el taller, explican en el libro. Aquí, los niños disponen de todo tipo de consejos para colaborar con el desarrollo.

 

Si queremos otro mundo es necesario que, desde la infancia, tengamos  de reflexionar sobre las posibilidades de cambiar las cosas, de vivir de una manera diferente con el planeta y con el resto de la humanidad.

 

La entidad social basa sus actuaciones en cuatro objetivos bien definidos: la promoción de la salud, la prevención de las drogodependencias, la cultura ciudadana y el fomento de habilidades para la vida. Unos objetivos específicos que se han traducido en exitosos programas divulgativos: 'Retomemos' (educación afectiva y sexual para adolescentes educación para la salud.

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